Hello, amantes de las grasas insaturadas 💛
Después de haber sentado las bases en la anterior entrada, vamos a trabajar un caso algo similar.
TERCER CASO
Nos llega a la consulta una mujer de 57 años para su revisión. Sabemos que tiene una vida sedentaria, con un alto consumo de alcohol y presenta obesidad.
Tras la analítica observamos:
Colesterol total |
192 mg/dl |
[<200 mg/dl] |
Triglicéridos |
545 mg/dl |
[10-150 mg/dl] |
Colesterol HDL |
39 mg/dl |
[>50 mg/dl] |
Análisis Bioquímico
Y volvemos a ver la importancia de las revisiones médicas, sobre todo en caso de personas con factores de riesgo tan preocupantes como la obesidad y un estilo de vida poco saludable.
Como podemos ver, el valor del colesterol es normal, por lo que de momento todo marcha bien. Sin embargo, si nos fijamos, el cHDL se encuentra por debajo de lo recomendable, indicándonos que la mayoría del colesterol es el cLDL. Este colesterol está en los 75,5 mg/dl, por lo que también se mantiene en un nivel óptimo.
Por su parte, los niveles de TG están disparados, lo que nos hace sospechar de un caso de hipertrigliceridemia.
Diagnóstico
Para confirmar que esta hipótesis es correcta, se ha de realizar otra analítica en ayuno de 12 horas. Si en esta segunda también presenta una concentración de TG mayor que 200 mg/dl y niveles de cLDL inferiores al percentil 95 de la población de referencia, según edad y sexo.
Una vez con la confirmación, se tiene que saber cuál es la causa de esta enfermedad, es decir, si se debe a una hipertrigliceridemia primaria (de origen genético), en cuyo caso hablaríamos de hipertrigliceridemia familiar; o si es una secundaria (debida a otras patologías o por factores ambientales).
Tratamiento
La hipertrigliceridemia es un factor de riesgo de enfermedad cardiovascular pues se produce un estado metabólico proaterogénico con anomalías bioquímicas, tales como el aumento de los quilomicrones remanentes, las IDL y las lipoproteínas ricas en TG, que pueden contribuir a la formación de células espumosas en la pared arterial.
Además, esta enfermedad aumenta el riesgo de sufrir pancreatitis aguda, que conlleva la aparición dexantomas eruptivos y dolor epigástrico. Por tanto, es importante que el tratamiento se centre en disminuir los niveles de TG de una forma duradera en el tiempo y que prevenga complicaciones mayores.
Como en los anteriores casos, podemos distinguir un tratamiento no farmacológico, que consiste en llevar una dieta baja en grasas saturadas y pobre en monosacáridos- con el fin de no crear una insulinorresistencia mayor- acompañada de ejercicio físico diario, con intensidad creciente.
A su vez, tenemos que centrarnos en los dos problemas principales: su obesidad y su consumo excesivo de alcohol. Así, el control de la dieta y el deporte tienen que ser fundamentales; y el alcohol debe reducirse totalmente.
El tratamiento farmacológico es recomendables en casos de hipertrigliceridemia grave, el cual es nuestro caso al tener unos niveles de TG mayores que 500 mg/dl. Podemos optar por fibratos, como el gemfibrozilo y fenofibrato, y por ácidos grasos omega-3 en dosis elevadas. Ambos medicamentos pueden ser combinados para obtener un mayor beneficio, aunque el omega-3 puede ser incorporado por la dieta también.
Es fundamental que la paciente sea consciente de la importancia de perder peso y de dejar el alcohol, debido a que solo a través del reequilibrio metabólico se podrá alcanzar una mejora de una patología que suele ser de por vida.
REFERENCIAS
- X. Pintó Sala. Protocolo diagnóstico de las hipertrigliceridemias, Medicine - Programa de Formación Médica Continuada Acreditado, Volume 10, Issue 19,2008,Pages 1282-1284,ISSN 0304-5412, https://doi.org/10.1016/S0211-3449(08)73242-9.
- Parhofer, K. G., & Laufs, U. (2019). The Diagnosis and Treatment of Hypertriglyceridemia. Deutsches Arzteblatt international, 116(49), 825–832. https://doi.org/10.3238/arztebl.2019.0825
- JA. Aguilar Doreste, M. Esteban Salán. Recomendaciones para el diagnóstico de la hipertrigliceridemia familiar primaria. Documento L. Fase 3 Versión 2. Sociedad Española de Bioquímica Clínica y Patología Molecular.
- C. Recarte, L.A Walther, J.M Cortés. Capítulo IV. Hipertrigliceridemias secundarias. Unidad de Riesgo Cardiovascular. Departamento de Medicina Interna. Hospital General Universitario Gregorio Marañón. Facultad de Medicina de la Universidad Complutense. Madrid
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Y con esto acabamos la etapa de los lípidos.
Como aventuraba al inicio de esta, muchas personas tienen a estas macromoléculas como alimentos ricos en calorías y cero nutritivos, pero realmente, como se ha visto en esta entrada y en el anterior caso, el consumo de AG poliinsaturados es una buena forma de prevenir algunas enfermedades y de conseguir las grasas necesarias para las funciones vitales de una manera correcta- sin caer en los productos ultraprocesados- pues estas grasas se encuentran en los frutos secos y el en pescado azul, es decir, en productos naturales o, como está de moda decirles, en la real-food.
Por mi parte el único consejo que puedo dar es que si quieres tener una buena salud, grábate la frase de: somos lo que comemos; y espero que te convenzas de esto a través del conocimiento adquirido.
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